Creo en Jesucristo. La frase que le cuesta la vida a centenares de cristianos en oriente. La frase que ha revolucionado el mundo por más de dos mil años. La frase que hoy contiene el secreto de la felicidad, pues solo en él, en la persona de Jesús, se puede hallar la paz; solo en él se puede encontrar la plenitud; solo en él, el ser humano puede alcanzar su realización personal; solo en él, el ser humano encuentra el sentido de su vida.
Esta frase, más que una profesión de fe, es una decisión que se toma apartir del encuentro con una persona. Los “Nazarenos” de oriente han tomado esta decisión, se han encontrado con Jesucristo, han vivido el evangelio y han entregado sus vidas firmes en la fe.
Yo creo que dar la vida por Jesucristo no es desperdiciarla, no es desaprovecharla, creo más bien que quien es capaz de dar su vida por la causa del evangelio encuentra el sentido de la misma. La sangre de los cristianos mártires es la semilla que se planta en la tierra para dar los frutos que seguirán expandiendo el Reino de Dios en la tierra.
Es que es imposible conocer a Cristo y no amarlo, y después de amarlo, después de encontrarse con él, es imposible no seguir sus pasos.
Yo ceo en Jesucristo, yo creo en el Amor Crucificado, yo creo que entregando mi vida por la causa del evangelio encontraré el sentido de mi existencia, yo creo que profesando mi fe abriré caminos para que futuros cristianos pasen.
¿Dónde habrá paz fuera de ti Jesús?
Kevin Camilo Arboleda Oquendo, estudiante del Conservatorio de la U. de A.