Gracias Señor por el don de un nuevo año para vivir en tu presencia, gracias por cada una de las personas que nos conducen a ti y por las que intentando separarnos del buen camino, sin pensar que con su proceder han contribuido a fortalecer nuestra fe.
Perdón por nuestros desaciertos que son sólo fruto de la desobediencia, perdón por no reconocerte presente en nuestro entorno y en cada obra de tu Creación, perdón por la debilidad de carácter y el poco esfuerzo para continuar.
En tus manos nuestra vida, nuestros seres amados, en tus manos Señor, nuestro empleo, estudio, actividades de esparcimiento y diversión, en ti Señor está puesta nuestra esperanza, a ti encomendamos a nuestros hermanos en la Fe y a aquellos que se niegan a conocerte, en ti depositamos la vida de quienes sufren los rigores de la violencia en todo nivel, en ti sumergimos a las mujeres, niñ@s, jóvenes, adultos mayores, a l@s de diversas culturas, ideologías, religiones, en fin, a toda la humanidad.
Robustece a quienes has llamado a una opción radical por ti en medio del mundo; sacerdotes, ministros, religios@s, laic@s, misioner@s… Aumenta el amor entre los esposos y que así se extienda en el hogar y todas las familias.
A los dirigentes, gobernantes y líderes de las naciones, de organizaciones y fundaciones, recuérdales Señor, que están prestando un servicio a favor de la dignidad humana y aparta de ellos el corazón obstinado por la ambición y todo lo que conlleva el poder.
No permitas que por nuestra fragilidad humana nos alejemos de Ti, al contrario haz que seamos conscientes de nuestra limitación y de lo que podemos ser si estamos unid@s a ti.