Separación de los cristianos es por “graves pecados y faltas humanas”

“En nuestra separación hubo, por ambas partes, grandes pecados y debilidades humanas. En un espíritu de perdón reciproco y humilde arrepentimiento, ahora tenemos que fortalecer nuestro deseo de reconciliación y de paz” dijo Papa Francisco al recibir en audiencia este jueves en el Vaticano a una delegación de la Unión de Utrecht, una federación de Iglesias católicas antiguas que no están en comunión con Roma, en ocasión del quincuagésimo (50) aniversario del Decreto sobre el Ecumenismo del Concilio Vaticano II, Unitatis redintegratio. 

»Un viaje espiritual desde el encuentro, desde la amistad y desde la hermandad a la comunión» sostuvo el Pontífice recibiendo a la delegación de la Conferencia de los Obispos Veterocatólicos de la Unión de Utrecht, con la esperanza de que católicos y veterocatólicos puedan proseguir el diálogo para alcanzar la unidad de la Iglesia en Cristo. 

El Obispo de Roma recordó el trabajo desempeñado en estos años por la Comisión Internacional de diálogo católica-veterocatólica, en  la  construcción de ‘’puentes de entendimiento recíproco y de cooperación práctica… hallar convergencias e individuar divergencias de forma más precisa, situándolas en contextos nuevos’’.

Diálogo para encontrar la unión 

»Si, por un lado nos alegramos cada vez que podemos dar un paso adelante hacia una comunión más fuerte de fe y de vida -continuó- por otro nos afligimos cuando tomamos conciencia de los nuevos desacuerdos que han surgido entre nosotros a lo largo de los años. Las cuestiones teológicas y eclesiológicas que acompañaron nuestra separación son ahora más difíciles de superar debido a nuestra creciente distancia en los temas concernientes al ministerio y al discernimiento ético. Por tanto, el reto que enfrentan los católicos y los veterocatólicos es perseverar en un diálogo teológico sustancial y el continuar a caminar juntos, a orar juntos y trabajar juntos en un espíritu de conversión más profunda a todo lo que Cristo quiere para su Iglesia”. 

Asimismo, el Santo Padre señaló que el “camino hacia la unidad comienza con una transformación del corazón, con una conversión interior… En el camino, el cambio es inevitable. Siempre debemos estar dispuestos a escuchar y seguir las sugerencias del Espíritu que nos guía a la verdad entera.’’

Europa necesita de la unión de los cristianos 

»Mientras tanto, en el corazón de Europa, tan confundida acerca de su identidad y de su vocación, hay muchas áreas en las que los católicos y los veterocatólicos pueden colaborar tratando de responder a la profunda crisis espiritual que afecta a los individuos y la sociedad. Hay sed de Dios. Hay un profundo deseo de redescubrir el sentido de la vida. Y hay una necesidad urgente de un testimonio creíble de las verdades y los valores del Evangelio”. 

En su discurso, el Sucesor de Pedro confirmó que en la esperanza del evangelio está la clave para “apoyarnos y animarnos unos a otros, sobre todo en las parroquias y en las comunidades locales. De hecho, el alma del ecumenismo consiste en la ‘conversión del corazón’ y la ‘santidad de la vida, junto con las oraciones privadas y públicas por la unidad de los cristianos”.

Source: Aleteia

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